Una estructura, casa, etc., ha de cumplir la Norma Básica de la Edificación en cuanto a la resistencia al fuego. Nuestras viviendas de madera cumplen sobradamente las normas. El comportamiento de una casa de madera ante un incendio, es mejor que las construcciones con otro tipo de materiales. Una estructura metálica (steel-frame) puede derrumbarse al poco tiempo de comenzar un incendio, debido a las grandes deformaciones que se producen en los elementos metálicos y a su pérdida de resistencia. En la madera, la capa de carbón que se forma alrededor, impide que el fuego ataque el núcleo por lo que la estructura permanece en pie.
Si hablamos de construcción tradicional, los paneles de pladur son fuego-resistentes y aseguran ½ hora de protección a la estructura. En un incendio además de la combustión existen otros peligros mucho más importantes como son los derivados del humo tóxico que se provoca a causa de los productos químicos o sintéticos. La madera como producto natural, garantiza un inmejorable comportamiento en ese sentido.
En la actualidad, los tejados de grandes instalaciones públicas, tales como polideportivos, se construyen con madera laminada, ya que su comportamiento en caso de incendio permite disponer de mayor tiempo para su desalojo y por tanto ofrece mayor seguridad.